Mayor de Fuerzas Especiales

UBALDO FELIX RODRIGUEZ CHINCHILLA

FUERZA AEREA HONDUREÑA 87 ANIVERSARIO

87 años de lealtad y ofrecer lo mejor de su fuerza para el bienestar del pueblo hondureño, llevando salud, paz y democracia a todos los ciudadanos hasta el último rincón de nuestro país. Motivos ejemplares para reconocer y agradecerles por ser héroes del aire, por ser brazo fuerte contra las amenazas a nuestro país y a la vez, mano amiga para el pueblo, que hoy por todo ello les felicita.

La Fuerza Aérea Hondureña desde sus orígenes se gestó para ofrecer a las autoridades que confiaron en su existencia, la capacidad de llegar hasta donde por otros medios era inaccesible, debido a las distancias en lo basto de nuestro país. Fuerza que también se creó para contar con la capacidad de defender a la patria del enemigo agresor, ambas en el reciente pasado y hoy esta misma fuerza de hombres y mujeres de honor, defiende incluso de las nuevas amenazas que ponen en riesgo al pueblo y su derecho a trabajar, a producir y salir adelante hasta alcanzar la prosperidad y el bien común.

Hoy en día nuestra Fuerza Aérea cumple sus responsabilidades constitucionales, salvaguardando la soberanía y protegiendo el espacio aéreo nacional, todo con el fin, que cada hondureño posea paz y sobretodo disfrute de las riquezas naturales, ambientes en completo respeto a la ley y las oportunidades que el Estado ofrece y que permiten alcanzar el desarrollo personal y sostenible.

Con misiones como ¨alas para la salud¨, brigadas médicas y su apoyo a las Secretarías de Estado, así como integrando el sistema 911, es que los soldados del aire llevan servicios sociales y apoyan al pueblo; transportando a quien requiera atención médica o llevándole salud y bienestar hasta sus comunidades.

Además, no podemos olvidar la protección de nuestros tesoros naturales, al apoyar las tareas de protección del bosque; como el combate a incendios forestales con equipo desde aeronaves, apoyando al Instituto de Conservación Forestal y el Ministerio Público al patrullar e inspeccionar zonas en riesgo, liderando campañas de reforestación y con el cuido de la vida silvestre: siendo insigne de ello la protección del área de reserva biológica y habitad natural de colibrí esmeralda, obra maestra de Dios, al cuidado de los soldados del aire en nuestro territorio nacional.

La Fuerza Aérea Hondureña hoy en día también cumple con la misión trascendental e histórica de proteger el espacio aéreo de nuestro país de las amenazas y conexos que genera el crimen organizado y las actividades criminales transnacionales, al implementar estrategias como los escudos aéreos que el actual Gobierno estableció para frenar el paso de forma ilegal de armas, dinero, drogas e incluso vidas humanas. Siendo ello componente indispensable del sistema de defensa y seguridad nacional.

Pero los retos, para beneficio de la población son cada vez más y por tanto requieren del compromiso, lealtad y  patriotismo de quienes les corresponde defender y luchar por la patria. Es así como cada soldado de esta noble fuerza, tal cual lo ordenan sus actuales autoridades, reciben la formación, capacitación y actualización permanente de procedimientos administrativos con transparencia y rendición de cuentas, la evaluación por resultados, el apego a la legalidad de las operaciones y el respeto irrestricto a los derechos humanos. Todo bajo la premisa de inculcar y fomentar principios y valores.

Y al contar con talento humano de calidad, capacidad, experiencia y valores, como el de nuestra Fuerza Aérea, es meritorio poner en sus manos las herramientas y armas del Estado para el servicio, defensa y ahora también bienestar y desarrollo de cada hondureño. Situaciones por las cuales invertir y potenciar esta honrosa institución, es ofrecerle al pueblo más servicios, salud, educación y bienestar sin importar su origen o la distancia que nos separe de Ellos.

Es así como debido a la visión oportuna, planificación estratégica y voluntad del Alto Mando de las Fuerzas Armadas y más aún, gracias a la confianza del pueblo hondureño, es posible mantener la operatividad y cada vez más, mayores capacidades para nuestra Fuerza Aérea. Al gestionar, adquirir e incluso producir la tecnología y el equipo que permita defender de mejor forma nuestro espacio aéreo; como radares, equipo de comunicaciones, aeronaves no tripuladas y ello a la par de mejorar las instalaciones y ambientes de trabajo, estudio y esparcimiento para un mejor trato, comodidad  y superación del personal.

Para concluir es indispensable reconocer el valor histórico de nuestra Fuerza Aérea, ante las adversidades que azotaron en el pasado nuestro territorio y hoy asumir la responsabilidad de combatir las amenazas que atentan contra nuestra soberanía y con ello fijar una visión clara y precisa para en el futuro inmediato, poseer una fuerza para la defensa del espacio aéreo dinámica, moderna, versátil y sobre todo en la que prevalezca la lealtad, el honor y el sacrificio, así como el interés por el mantenimiento oportuno,  la evaluación por resultados y la transparencia en la administración de los recursos asignados. Felicidades soldados de la Fuerza Aérea Hondureña, herederos de una historia llena gloria y forjadores de un futuro de desarrollo y bienestar para el  pueblo.